Por Nieves Martínez-Hidalgo
A lo largo de esta crisis por el COVID-19, nos estamos enfrentando a situaciones adversas, entre ellas:
- El confinamiento, que a todos produce un cierto nivel de ansiedad
- Mantener la distancia de seguridad para evitar el contagio supone otro factor estresante a la hora de ir a hacer la compra, por ejemplo
- Perder a un ser querido en estas circunstancias que nos impiden despedirnos como nos gustaría
- Saber que ha enfermado un miembro de la familia o amigo por el coronavirus o por cualquier otra patología en esta situación de aislamiento social
El aislamiento social aumenta el dolor en estos momentos en que tratamos de asumir este dramático e inesperado escenario. El estado de alarma nos afecta a todos, pero un poco más a las personas con diversidad mental ya que supone una alteración de nuestro ritmo vital y genera un alto grado de estrés por la incertidumbre respecto al futuro.
Sin embargo, el ser humano tiene una habilidad llamada resiliencia que se hace más patente ante este tipo de situaciones dolorosas y que se ve reforzada cuando se cuenta con el apoyo social aunque sea a través del teléfono, de videollamada o de mensajes escritos o de audio.

Los monitores del Programa Anual de Talleres Soycomotu de formación inclusiva, creatividad y salud mental de la Fundación tuvieron que interrumpir su labor como facilitadores de 12 talleres en curso (cocina, teatro, diseño digital, serigrafía, fotografía, ilustración, cómics y novela gráfica, juegos de rol, cultura cibernética y videojuegos, ocio inclusivo, cine y audiovisuales, activismo en salud mental, yoga creativo, cuentos y escritura creativa) cuando se decretó el estado de alarma. Sin embargo, han continuado manteniendo contacto a través de las nuevas tecnologías (móviles, ordenadores, etc).

Cuando los/as monitores/as hacen una videollamada en la que todos/as los/las participantes expresan sus sentimientos ante esta crisis y el confinamiento, me envían un audio de voz contándome cada experiencia, emocionados por la intensidad y la calidez del encuentro, a pesar de la distancia establecida o quizás aumentada debido a ella.
Cada uno de los monitores mantiene una excelente relación con los participantes del grupo que facilita y cohesiona a través de dinámicas de cooperación que van tejiendo estrechos lazos afectivos entre personas con y sin diagnóstico en salud mental.
Otra de las actividades incluidas dentro de este proyecto es la recogida de información, debate y reflexión en torno a un tema de calado socio-sanitario como es el del acoso escolar y sus consecuencias en la salud mental, que sale a la luz en formato periodístico a través de PUENTES.
Puentes en su quinta edición puede ser descargado de forma gratuita pinchando aquí

#EsteVirusLoParamosUnidos
#LaSaludMentalTambiénEsSalud