Fue en el año 2.000 cuando la Asamblea General de la ONU designa el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y a ONGs a tomar cartas en el asunto y coordinar actividades que eleven la conciencia pública en cuanto a la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres.
Sin embargo, este día existe desde 1981, fecha en la que militantes y activistas en favor del derecho de la mujer observaban el 25 de noviembre como día de protesta y conmemoración contra la violencia de género.
La fecha fue elegida para honrar la memoria de las hermanas Mirabal, tres activistas políticas de la República Dominicana que fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden del gobernante dominicano, Rafael Trujillo.
La violencia contra la mujer existe y se produce en todos los ámbitos: sexual, económico, físico, psicológico, laboral, etc. La violencia contra las mujeres y niñas es la más extendida. Uno de los factores que contribuye a su mantenimiento es la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.
Es un daño endémico y estructural que se traspasa de padres y madres a hijos e hijas y contribuyen a su refuerzo medios de comunicación y agentes sociales clave como los y las docentes de centros educativos.
Desde 2003, en España han sido asesinadas 1.074 mujeres y desde 2013, 301 niñas y niños han quedado huérfanos. En 2020 han sido asesinadas 41 mujeres, y 23 niños y niñas han quedado huérfanos.
Este mes de octubre conocíamos los datos de la “Macroencuesta de violencia contra la mujer”. Los datos son impactantes:
- El 34,2% de las mujeres han sufrido violencia por parte de sus parejas o exparejas.
- El 47,2% no han denunciado ni han utilizado los servicios públicos de ayuda.
- El 40,4% de las mujeres ha sufrido acoso sexual a lo largo de su vida.
- El 60,5% de las mujeres entre 16 y 24 años.
- Las cifras aumentan entre las mujeres jóvenes. Además, de cada 10 mujeres víctimas de violencia de género con hijos o hijas afirman que estos sufrieron también violencia por parte de sus parejas.
Tal como expresa la ONU, “la violencia contra las mujeres y las niñas, arraigada en unas relaciones de poder desiguales entre mujeres y hombres, persiste como una crisis silenciosa y endémica”. Este año, además, la situación se ha visto agravada por la pandemia mundial que nos asola. Y que, si afecta a las mujeres con más intensidad y de forma concreta por la desigualdad estructural en la que se encuentran, es especialmente terrible para las mujeres víctimas de violencia de género.
Las mujeres con problemas de salud mental sufren el doble estigma de ser mujer y de tener este diagnóstico en salud mental y un porcentaje muy elevado de ellas sufre violencia dentro del seno de la pareja y abuso sexual. En este caso, hablaríamos de un triple estigma, que fue abordado en el observatorio en formato periodístico PUENTES que podéis descargar aquí.

Nicole Kidman, embajadora de buena voluntad de ONU Mujeres, sensibiliza sobre la necesidad de poner fin a la violencia contra las mujeres durante y después de la pandemia de #COVID19