Por Otto Ruiz, Grado de Marketing (IES Severo Ochoa)
La celebración del Día del Padre puede variar según el lugar; en España, lleva celebrándose, desde el año 1948 hasta hoy, gracias a una profesora de la época, Manuela Vicente Ferrero.
Desde Fundación SOYCOMOTU, queremos desear un feliz Día del Padre a todos aquellos padres que, día a día, se esfuerzan por darle lo mejor a su familia, y recordarles la importancia de adaptarse a las nuevas masculinidades para mejorar, a nivel individual, como sociedad y como familia.
Desde tiempos remotos, el hombre ha sido quien tenía que salir a buscar el pan para su familia, dar la impresión de fortaleza, de poder con todo… pero pocas veces solemos preguntar “¿Cómo estás papá?¿Has tenido un buen día hoy?¿Hay algo que te preocupa?”
Quizá esto se deba a que los hombres, por lo general, no suelen hablar de estos temas abiertamente debido a viejas costumbres y creencias que se les son inculcadas desde niños y que generan secuelas a nivel psicológico, como el miedo a ser juzgados como débiles o poco varoniles si manifiestan sus sentimientos. Por eso, para tratar de proteger su salud mental que, normalmente, se ve bastante afectada por la presión a la que suelen estar sometidos, queremos remarcar la importancia de la adaptación a estas nuevas masculinidades a las que hacemos referencia. Una nueva forma de masculinidad en la que el padre, sin sentirse extraño, puede realizar tareas que han sido atribuidas dentro de la educación de roles de género a la mujer, además, de compartir las cosas que le preocupen e incluso descubrir nuevas costumbres o gustos. Estos nuevos roles de género, no solo les beneficia a ellos, sino también al resto de la familia y, sobre todo, a su salud mental.
Por este motivo os decimos, a los padres que estáis leyendo este post, que es hora de empezar a daros un respiro y tener presente que desvincularse de antiguas costumbres también es una forma de cuidar de vuestra familia.
Yo, por mi parte, voy a tomarme la libertad para dedicarle unas palabras a mi padre:
“Papá, te queremos mucho y apreciamos lo duro que trabajas por nosotros, pero no necesitas seguir librando estas batallas tú solo, no pasa nada si lloras, no pasa nada si no tenemos la mejor vivienda, no pasa nada si no sabes cómo se arregla algo en casa… porque eres un ser humano al igual que nosotros, y tu estado físico-mental importa tanto como el del resto”.