Por Ana Isabel, activista y voluntaria en Fundación SOYCOMOTU
Como sabéis ya está abierto el plazo de inscripción para formar parte de los talleres SOYCOMOTU, talleres inclusivos, espacios de encuentro en los que el arte y la cultura nos sirven de guía para conocernos y crear lazos de afecto y proyectos que nos dan vida, ilusión y energía cada semana. Podéis inscribiros llamando o enviando wasap al 682 170 282 o escribiendo correo electrónico a info@fundacionsoycomotu.org
Y para invitaros a formar parte de este hermoso y pionero proyecto en nuestra localidad de Mula, lo primero que merece la pena mencionar sobre estos talleres es su monitor, Rafael Escudero, pues es una persona cordial, cercana y amable que consigue que todos los participantes nos sintamos integrados en este espacio de encuentro socioafectivo y cultural. Y, es más, se nota que le apasiona todo lo relacionado con el arte, la escritura y la interpretación, consiguiendo que esa ilusión y sensibilidad artística se transmita a todos nosotros.
En el Taller de Escritura Creativa, además de pasar un buen rato creando y dejando salir lo que llevamos dentro, se consigue hacer un ejercicio de introspección. Todos los días hay espacio para la expresión y el monitor también piensa dinámicas divertidas con las que conseguir dar rienda suelta a la imaginación.
Por otro lado, reflexionamos sobre lo que nos gustaría reflejar en lo que escribimos y aprendemos muchos aspectos clave sobre el proceso creativo.
Por fin alguien nos ha enseñado a diferenciar conceptos como argumento, trama y subtrama de una obra, que es algo que nunca antes se habían detenido a explicarme. Así mismo, hemos aprendido la estructura básica que tienen las obras literarias y cinematográficas, los actos en los que se dividen y el contenido general de los mismos.
A día de hoy, estamos trabajando el desarrollo y tipos de personajes que existen y comenzado a descubrir los puntos que se deben abordar en las fichas de los distintos personajes que tenga nuestra obra. Incluyendo datos personales, profesionales, características físicas y psicológicas, lo que se considera como personajes de primer, segundo y tercer grado y sus características, entre otras.
Por su parte, en el Taller de Teatro se ha creado una dinámica muy agradable entre los participantes, lo que, en un principio, podría sorprender ya que somos un grupo de personas con formas de ser muy diferentes y algo variopinto. Aun así, como dentro del grupo prima la empatía en el trato y la sinceridad en la expresión, se crea un espacio seguro en el que podemos ser libres de ser nosotros mismos.
La verdad es que me acerqué con reticencia a este taller y he quedado gratamente sorprendida por la practicidad que tiene y lo que nos hace conectar con los demás y con nosotros mismos. En un principio realizamos dinámicas para aumentar la cohesión grupal, Rafa nos enseñó a entrar en el modo neutro para cuando tuviéramos que interpretar un personaje. Además, aprendimos lo que es la burbuja personal en la que nos movemos y que limita nuestro campo de actuación en el mundo.
También hemos elegido animales para estudiar sus movimientos y después imitar su modo de comportarse; haciendo lo mismo con personajes famosos o incluso con objetos inanimados, simulando lo que sería el movimiento de una tela, la ligereza de un globo, la dinamicidad del fuego o la rigidez de una caja de cartón.
En las últimas sesiones hemos estado practicando la lectura y la dicción, porque es muy importante que en teatro tengamos una buena pronunciación para que el espectador nos pueda entender con facilidad y entrar mejor en la obra representada.
Además, estamos viendo cómo interpretar personajes y para ello Rafa nos ha enseñado una variación del método Stanislavski. que se basa en la idea de crear un personaje orgánico y creíble donde prime la conexión emocional con el personaje y su psicología, pero hacerlo desde las vivencias propias y no desde la construcción de una emoción “falsa”. Por ejemplo, tratamos de interpretar utilizando la verdad y nuestras experiencias vitales, pero sin entrar en cuestiones que puedan remover recuerdos traumáticos o demasiado intensos o dolorosos.
En mi opinión, la escritura es muy de “mirar hacia dentro” y el teatro es más de “presentar hacia fuera”, pero ambos tipos de arte están muy entrelazados entre sí. Por eso, son dos talleres que se complementan muy bien y me alegro de tener la oportunidad de participar en ellos.