Por María del Mar Martínez, monitora del Programa Educativo de Fundación SOYCOMOTU
Que hablar en público supone un reto para muchas personas es algo que sabemos todos. Que traer a la palestra temas sensibles (como el estigma o el bullying) implica conversaciones que pueden resultar incómodas, también. Pero que niños de Primaria tengan conciencia sobre la salud mental, que no tengan problema en decir que han acudido al psicólogo, o que puedan ser la mejor audiencia, es algo que resulta menos evidente.
Durante el período de formación como monitores he pensado alguna vez que, aunque fuese a través de personas que de forma voluntaria (esto es, que la información que damos durante las charlas no está contemplada dentro del currículo escolar) deciden ir a colegios a hablar sobre salud mental, era un lujo recibir la información que estamos dando.
Aunque fuese solo durante dos o cuatro sesiones. Aunque fuesen personas ajenas a sus profesores de las que no necesariamente tienen por qué fiarse. Pero que, ojalá haber podido oír de boca de un adulto que no ocurre nada por tener miedo a algo, que de hecho, es adaptativo, que tiene una función. O que no poseer una cualidad no te hace menos valioso. Qué contraste con el discurso dominante de que hay que ser el mejor en todo, que hay que ir a por los demás o irán ellos a por ti.
Es cierto que el día en el que entré por primera vez en el colegio pensé en que no tenía ninguna necesidad de pasar por esa situación de estrés, más aún, cuando yo la había elegido. Pero gracias a que no se trata de un trabajo individual, sino que tienes compañeros, a saber que en un momento dado las personas que te han estado formando pueden rescatarte, y sobre todo, a que los niños son el mejor público, la experiencia no solo fructifica en buena y agradable, si no en divertida. Por mucho que te anticipes a lo que los niños puedan responder a tus preguntas, sus respuestas son siempre mucho más ingeniosas.
No sé qué recordarán de la información que lleva a las aulas el Programa Educativo SOYCOMOTU, o si se acordarán de nosotros. Lo que sí sé y diré, aún a riesgo de que parezca una obviedad, es que alumnos de primaria tienen mejor disposición que muchos adultos y que el lujo, realmente, es poder implementar este programa.
Juana Ponce
Para mí, participar en el programa educativo está siendo una experiencia preciosa y sorprendente. Preciosa porque el cariño y la generosidad de los niños y niñas es infinito. Es imposible describir con palabras lo que se siente cuando al acabar la sesión vienen en avalancha a abrazarte y a darte todo el cariño del mundo, incluso parte de su merienda, o en el caso de los mayores, cuando vuelves con ellos y al verte aparecer compruebas que recuerdan tu nombre y te muestran cariño y respeto.
Vas cruzando la clase para empezar y hay alguno que te dice mirándote a los ojos “Juana, me caes bien“ , en ese momento te alegras de tener la gran suerte de estar allí, y sientes que tienes que hacer cuanto esté en tus manos para que tengan la mejor vida posible, para ayudarles a que hagan de este mundo, un mundo mejor. Me ha sorprendido gratamente ver que mostraban tanto interés en el tema y que estaban, sobre todo los mayores (aunque hablo de primaria), mucho más preparados de lo que yo esperaba y con muchas ganas de seguir aprendiendo. Además creo que se lo han pasado bien con nosotras. He podido sentir que estas nuevas generaciones conseguirán un mundo más justo y más amable. El tener esta oportunidad me ha llenado de alegría y de esperanza, ha sido muy reconfortante. Todavía me queda la última sesión con los chiquitines y ya estoy contando las horas para que nos volvamos a encontrar. Pienso en la suerte que tienen los maestros de poder estar con ellos cada mañana.
Marina Romero
La experiencia ha superado satisfactoriamente mis expectativas. Los grupos son muy participativos y están muy concienciados en la salud mental, por lo que las sesiones son muy agradables y, además, siempre aprendemos algo de ellos. Personalmente, está siendo muy enriquecedor y bonito, volvería a repetir esta experiencia mil veces sin ninguna duda.
Andrea Escolar Coll
Desde mi punto de vista, tanto personal, así como profesional; he de decir que el nivel de transformación en ambos aspectos así como de crecimiento, y de conocimiento y de introspección propia ha sido más que gratificante.
Por otro lado, he podido aprender que puedo vencer a mi gran enemigo el: MIEDO ESCÉNICO, que es uno de los principales puntos con los que se quiere incentivar al alumnado en las aulas, a que es algo normal y no es nada malo tenerlo; y que debemos enfrentarlos y que a medida que se crece…se esfuman y aparecen otros como ley de vida.
En conclusión, ha sido una de las mejores decisiones que haya podido tomar y que espero seguir creciendo a la hora de implementar como en otros proyectos de la fundación.
Marina Aledo
Ser voluntaria en el programa educativo ha sido una experiencia sanadora. Sufro de TEPT por acoso escolar y jamás pensé que sería capaz de pisar un aula. El programa educativo me ha hecho conectar conmigo misma y cambiar mi relación con la escuela. Los niñxs y profesorxs me han hecho creer que existe esperanza, que el cambio está ocurriendo y me siento afortunada de poder ser parte de ello como monitora. Nunca antes había recibido tanto amor y gratitud como en estas aulas. He podido respirar en todo momento un ambiente donde se respeta y se quiere la diversidad, donde hay inclusión, tolerancia y respeto. Me he visto sentada en la misma silla donde estaban aquellos niñxs y me he dado las gracias a mí misma por ser la figura que necesité cuando era niña.
Gabriel Livisaca
Mi experiencia de voluntario en la escuela equipo del barrio del progreso ha sido excepcional, al ser mi primera vez no tengo mucho con lo que comparar pero se nota que los profesores están comprometidos con los alumnos y eso se ve reflejado en los niños los cuales tienen un gran interés en lo que les contamos, son muy agradables a la hora de tratarlos y se hace muy llevadero ir, en general es muy agradable ir y es una experiencia que recomendaría a cualquiera.
Chema Martínez
Está siendo una experiencia enriquecedora, en la que tanto alumnado como profesorado dan y aportan lo necesario y más para obtener unas sesiones excelentes, y son muy participativos y se les nota con mucho conocimiento sobre este tema, y espero que les esté ayudando para conocer más sobre la salud mental y obtener pautas y recursos para poder cuidarla y mejorarla.
Camila Alejandra Quintana
Mi experiencia como voluntaria ha sido gratificante, me ha llenado en todo los sentidos, tanto a nivel interno espiritual, como a nivel social y mental. Los juegos, los niños, son estupendos, la magia de los nenes que van a primaria es impresionante, admiro mucho en especial el gran trabajo que realiza el Colegio Equipo con todos aquellos niños que son incluidos, los increíbles profesores que son como súper héroes, por el conocimiento de la salud mental y sobre todo por colaborar con la Fundación SOYCOMOTU que lucha cada día por un bien social.
Lo repetiría en todas mis vidas, estas experiencias.
¡Tan solo, espero comenzar el año que viene y poder vivir más!
2 Comments
Nieves Martínez Hidalgo
Enhorabuena equipo!!!
Me siento muy orgullosa de todos vosotros!!! Un curso estupendo!!
Mireya Martínez Fernández
Enhorabuena por esto! Qué proyecto tan ilusionante y necesario! Bravo!