Por Ruth Roca, Rubén García y Antonio José Vicente
Monitores del Taller de Radio
Fundación SoyComotu
“Uno de los secretos de la vida es que lo que realmente vale la pena es lo que hacemos por los demás” Lewis Carroll
Como Alicia en el País de las Maravillas al caer por la madriguera, nos sentimos alumnos y monitores del taller de radio al darnos de bruces con el mundo onírico y surrealista que nos presentó Andrés, monitor del Taller de Teatro Fronterizo, ataviado con traje multicolor y nariz roja, reflejando lo que todas las personas albergamos en nuestro interior y de lo que muchas veces nos avergonzamos por considerarlo simple y disparatado: el clown que todos llevamos dentro.
Andrés nos recibió con una radiante sonrisa dibujada en su rostro, emulando al “El Gato de Cheshire”, y explicándonos que ser un clown no es ser un payaso, sino volver a tener la mentalidad de cuando éramos niños y el mundo era algo especial, nuevo y lleno de posibilidades donde el fracaso no es algo malo sino una oportunidad de reírnos de nosotros mismos, hacer reír a los demás y conocernos.
Comenzamos con un juego de imitaciones, buscando ese niño al que antes hacíamos mención, envuelto en frescura y espontaneidad, consistente en una presentación por parejas asaltada por una mentira clown y una posterior imitación del compañero.
Adrián Yvoyalaruina, nombre artístico de Adrián Carrión, alumno del Taller de Radio y cómico de profesión, puso en práctica el formato de tribu osmótica que caracteriza a los Talleres de Participación Social, Creatividad y Salud Mental de la Fundación SoyComotu , donde todos aprendemos de todos, representando un monólogo descarado y fresco de temática social que nos hizo reír y disfrutar con su particular visión del mundo. Tras la actuación, Adrián dio respuesta a las innumerables preguntas que nos surgieron tras disfrutar de su actuación.
Después, nos sumergimos en el arte de la impostación vocal (imprescindible para actores y locutores) con el objetivo de desarrollar la versatilidad y ampliar nuestro registro en dicho campo. Para ello, nos centramos en la respiración ya que es la parte más importante en el proceso, y otorga el sentido del ritmo a nuestra voz.
En tiempo límite, los alumnos de teatro interpretaron unos diálogos preparados, previamente, por los chicos del taller de radio, dando lugar a representaciones harto singulares.
Concluimos la interacción entre los participantes de los dos talleres con la sensación de que, al igual que el personaje de Alicia creado por Lewis Carroll, Andrés vestido de clown nos había servido del pastel marcado con la palabra “Cómeme” para “Crecer”, cruzar la puerta y comenzar una aventura, “La aventura clown”. Viajamos a un mundo donde “todo es posible”, viéndose liberada, de cualquier cadena, nuestra fantasía. De ese modo, Rubén, Antonio José y yo nos alejamos reflexionando sobre una frase representativa de “El Gato de Cheshire”.
“Siempre llegarás a alguna parte si caminas lo bastante.” Y sonreía … y nosotros con él.