Por Mikel Quetglas
Monitor del Taller de Literatura y Escritura Creativa
Fundación SoyComotu
Es fácil inocular esperanza, creerse un discurso elaborado en un instante y alentado por emociones encontradas que te hacen despegar de un presente que te invade y te expulsa de ti mismo.
En estos avatares, el aterrizaje suele ser forzoso e inesperado; un simple hecho cotidiano te retorna a la realidad con un estruendo innecesario: el ordenador estropeado, un símbolo de emergencia en la pantalla del móvil (…) la ilusión se desconecta, la aventura se diluye, la puerta de tu celda se cierra tras de ti, o tu mismo la cierras para no volver a salir.
Siempre tendemos a emprender viajes con la imaginación pero obviamos el esfuerzo de un proyecto consciente. Excusas y justificaciones perfilan los barrotes de una prisión construida por paredes perfiladas por el recuerdo, y huecas.
-¡Disfruto tanto estando en casa!-
Televisión a la carta, mando a distancia y un sueño reparador afianzando nuestro ánimo y asegurando un futuro devastador.
Fotografía: Belén López
2 Comments
Antonio López
Me ha gustado leerte Mikel. Mientras te leía he sentido una colleja y una voz interior que dice: “si es que es eso Antoñico”.
Ahí andamos, domando la imaginación y poniendo esfuerzo donde suele haber apatía.
un abrazo!!!
Belén
Unas palabras que no dejan indiferente y hacen reflexionar. Es triste pero bonito a la vez, gracias Mikel.