Por Andrés Muñoz
Monitor del Taller de Teatro
Fundación SoyComotu
Nací en 1889 en Londres. Mis padres eran cantantes y actores de variedades de origen judío. Nací en un momento complicado para mí familia, mi padre Charles había abandonado el hogar familiar en pos de su afición alcohólica, y mi madre Hannah se vio obligada a mantenernos a mí y a mi hermano Sydney.
Mi madre estaba en la cumbre de su carrera artística cuando empezaba a fallarle la voz; yo tenía tan solo cinco años. Durante una función en Aldershot, en 1984, su voz se quebró en medio de una actuación. Yo estaba en primera fila. El empresario-director habló conmigo durante treinta segundos, indicándome que saliera a escena y siguiera cantando imitando a mi madre, incluyendo su desfallecimiento final. Ese fue mi debut artístico ante un auditorio. Aún lo recuerdo, porque, aunque era un niño, esta experiencia quedó grabada en mi mente por la algarabía y las risas que produje.
Mi madre tuvo un problema de salud mental. Ahora, mirando al pasado, creo que fue debido a la escasez de recursos económicos y a su sentimiento de fracaso al no poder recuperar la voz con un tratamiento adecuado.
Mi madre, mi hermano y yo comenzamos a vivir en un asilo y asistimos a la escuela para niños pobres de Hanwell (Londres), sufriendo su severa disciplina y las burlas de los niños más afortunados. Aun así, siendo muy pequeño, recuerdo que siempre confiaba en mí y las burlas no me afectaban.
Cuando yo tenía siete años, recluyeron a mí madre en un sanatorio mental. Al año siguiente, me uní a la Eight Lancashire Lads (Los ocho muchachos de Lancashire), un grupo de compañeros que empezábamos a hacer nuestros primeros pinitos como actores aficionados haciendo giras por los pueblos cercanos. Más tarde formé parte de otras compañías ambulantes muy modestas, con las que disfruté mucho.
Mi padre falleció siendo yo un pequeño actor infantil bastante bueno.
En 1906, con diecisiete años empecé a trabajar en el Circo y firmé uno de mis primeros contratos en el Casey Court Circus. Ese mismo año finalizó firmando otro contrato con la célebre compañía de pantomimas de Fred Karno, en la que también actuaba Stan Laurel.
Con diecinueve años viví el primero de mis numerosos e intensos romances, me enamoré perdidamente de la joven actriz Hetty Kelly, guardo un grato recuerdo de ella, fue mi primer amor.
Fred Karno me incluyó en una troupe que realizaba una gira por París en 1909 y al año siguiente otra, por Estados Unidos. Me sirvió para ver mundo, hacer grandes amistades, darme a conocer, perfeccionar y diversificar mis recursos mímicos.
Esos fueron mis primeros veinte años de vida.
3 Comments
Nieves Martínez
Me ha gustado leer esta historia. Desconocía la difícil infancia vivida por Chaplin. Esto nos confirma que, por duras que sean nuestras vivencias, uno puede superarse y seguir su camino en la vida. Gracias, Andrés, por compartirlo con nosotros.
JULIA RUIZ CAZORLA
Me ha encantado leer este post, redactado en primera persona que te hace empatizar más con el personaje y querer saber más sobre él. Yo tenía alguna información sobre este personaje, pero no sobre su infancia. Enhorabuena por el post Andrés.
Andrés Muñoz
Ha sido un gran descubrimiento para mí conocer la fascinante biografía de Charles Chaplin. Pasó por grandes dificultades en su infancia y, aun así, salió adelante y se convirtió en un pionero del cine mudo, grandísimo cómico, actor y clown. Siempre envío un mensaje de que a través del humor,de reírse de uno mismo y relativizar las cosas, se podía vivir mucho mejor, aceptando los hechos que te depara la vida. Fue un gran conocedor de la psique humana. Muchas gracias por vuestros comentarios, Nieves y Julia, me alentáis a seguir escribiendo.