Por Tomás Piñero, activista en salud mental
Desesperación, una sensación de estar desconectado de uno mismo y de los demás y un profundo dolor en el pecho caracteriza algunos de los síntomas del Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) que yo he experimentado.
Muchas veces, en esa desesperación, se busca llenar un vacío que se traga todo con relaciones en las que uno se fusiona con una figura idealizada, la fusión es instantánea y no existe diferencia entre el Yo y el Otro. Si el Otro se va, Uno deja de existir; entonces las relaciones con otras personas carecen de significado, porque no se siente su amor y la mente de una persona con TLP está divagando, repasando todo el tiempo pistas y señales en la relación que le permitió existir, como si fuera un soplo de vida.
Efectivamente, esta incapacidad para existir por uno mismo, lleva a relaciones donde la persona con TLP lo dará todo, todo cuanto esté en su mano porque la otra persona este con ella, porque si se va vuelve a sentir el terrorífico vacío y se activan todos los traumas. Las personas con TLP pueden llegar a soportar cualquier cosa con tal de que no los abandonen, ya que si les abandonan, su identidad desaparece, y eso puedo asegurar que es peor que la muerte.
El miedo al abandono y el sentimiento de vacío están relacionados con la ausencia de identidad, una identidad que no se pudo desarrollar en la etapa evolutiva correspondiente y que, ahora, como adultos buscamos construir, en muchos casos, incluso, cambiando de metas, valores, intereses; mudándose constantemente o actuando impulsivamente tratando de encontrar algo que les haga conectarse a la vida, algo que les haga sentir. Así fui yo.
Yo, como paciente de TLP en recuperación, puedo decir que ya no siento el vacío, tampoco me siento lleno siempre, pero me siento generalmente bien. He estado muchos años desconectado de los demás y de mí mismo, cuando, precisamente, ese es el sentido de la vida. Han sido muchos años de intenso sufrimiento que no sirvió para nada, que no me aportaron nada y que sería mejor no haber vivido. Me llevo muchos recuerdos de lo que es capaz de hacer una persona por sobrevivir, historias que desencajarían a cualquiera, muchas hazañas y aventuras también, muchísimos momentos que borraría también, pero la historia de mi vida se escribió así.
Recuerdo que, cuando me dejó mi segunda novia, fue como convertirme en un fantasma, un cuerpo sin vida. Recuerdo grabarme durante horas buscando reconocerme en los videos y no me encontraba, buscaba reflejarme en los demás, pero no había nadie dentro de mí, no reconocía mi cara en el espejo, realmente la interacción con los demás carecía de significado, entonces me convertía en un ente psicopático buscando a alguien para crear una nueva relación de dependencia, el problema es que tardaba mucho en llegar, podía esperar años en ese estado. Y aún así, aunque lo consiguiera, el miedo al abandono sería tan grande que la relación podría transformarse en asfixiante a largo plazo, tras el enamoramiento, la relación suele estallar.
Nos queremos a través de nuestras figuras de referencia, eso es lo que ocurre en el TLP. Esta condición te hace ser muy niño e idealizar al instante. Recuerdo ver caras idealizadas y una necesidad imperiosa por acercarme a ellas, pero tenerles mucho miedo a la vez.
Siempre tuve la sensación de estar perdido, de que la vida carecía de sentido y significado, porque sin amor propio, ni el más mínimo, nada podía tener sentido.
Tener unas relaciones interpersonales satisfactorias es lo que nos hace felices, las relaciones con buenas personas, te pueden cambiar para siempre. En el pasado, yo me diría: busca el amor de los demás, es lo que te llena, estar vinculado a los demás y la calidad de esas relaciones, es lo que llena de amor, cuando no conoces lo que es el amor y lo sientes, por primera vez, en mucho tiempo, es algo mágico y que cura cualquier daño, con tiempo y progresivamente, es lo que te saca a flote. En los demás está la clave de todo, porque en los demás te encuentras a ti mismo, ahí estaba oculta la identidad que tanto quise y el tiempo que vivas, haz lo posible por ser feliz porque yo no pude serlo por demasiado tiempo. Yo me he descubierto por primera vez y no volveré a perderme.
El TLP no es un trastorno que afecte a la percepción de la realidad o que te convierta en una persona incontrolable, como nos hacen creer algunos estereotipos. Una persona con TLP es una persona que lucha por aferrarse a la vida por estar sometida a un inmenso sufrimiento, pero hay esperanza, hay tratamientos eficaces e involucrarse en actividades que den sentido a tu vida te hace avanzar en el proceso de recuperación. Yo estoy impartiendo charlas de sensibilización y educación para la salud mental en las aulas. Poder aportar herramientas y recursos para cuidar la salud mental que se siente físicamente y en el pecho y que ese dolor lleva a conductas autodestructivas e impulsivas. Es una persona que no siente como propios sus logros o sus fracasos, no le importa nada la vida ni su ser, que las relaciones con los demás carecen de sentido sino es con su figura idealizada, al menos así lo viví yo.
4 Comments
Carmen María Cortijos Sánchez
Dios mío,¡ qué valiente! Gracias por compartir tu experiencia. Me has traspasado emocionalmente con tu vivencia ❤️
Tomás Francisco Piñero Navarro
GRACIAS Carmen 🙂 ha sido un placer escribirlo, la verdad es que esto me ha hecho pasar terror durante demasiado tiempo y poder sacar los recuerdos es algo liberador, que se pueda imaginar de alguna manera desde fuera es bueno porque la gente te cataloga como alguien con PSM y ya esta, pero si preguntaran a los que padecen o han padecido este diagnostico, se pueden ver las cosas desde otro punto de vista.
Cayetano Toledo Hernández
Una muy buena descripción a través de tu experiencia de los problemas del TLP respecto a la identidad y las relaciones afectivas. Te has vaciado en tu relato, exponiendo tu sufrimiento, lo cual tiene mucho mérito. Me alegro que estés mejor, que sé que tu esfuerzo te cuesta, y de que hayas encontrado cosas que te llenan. Buen artículo, Tomás. Enhorabuena!
Tomás Francisco Piñero Navarro
Muchas gracias mi amigo Cayetano, tu me has visto desde lo peor peor y como mi interior ha ido cambiando, es increible como puede cambiar una persona y como puede aparecer algo que antes no existía y es la ilusión y la motivación, impulsos de vida, reemplazando a la desesperación y al impulso de muerte. Nos vemos en activismo y por la fundación gracias por escribirme 🙂