Dra. Mª Nieves Martínez Hidalgo
El primer jueves de noviembre de cada año se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso. Con esto, se busca acabar de una vez por todas con un tipo de violencia, que afecta a la población infanto-juvenil a nivel mundial y que provoca graves secuelas psicológicas.
El día 3 de noviembre, José Manuel López Viñuela que creó la petición “Mi hija se suicidó con 15 años. El bullying NO es cosa de niñ@s”, hará entrega en el Congreso de los Diputados de las más de 230.000 firmas por una Ley Contra el Acoso Escolar. Después se reunirá con el Secretario de Estado del Ministerio de Educación, José Manuel Bar. Todo ello, gracias a esta campaña de recogida de firmas promovida por José Manuel, un ciudadano como cualquier otro al que le ha tocado sufrir el dolor más terrible, la pérdida de una hija por suicidio.
Según el informe de Save the Children sobre salud mental en la infancia y adolescencia ‘Crecer Saludable(mente)’, en España los menores mueren principalmente por causas externas (accidentes, suicidios y lesiones autoinfligidas). En 2020 esta tendencia se vio alterada por el confinamiento y el suicidio pasó a ser la primera causa de muerte por causas externas. De todas formas, analizando los datos posteriores al verano de 2020, cuando el confinamiento ya había pasado, las muertes por suicidio y por accidentes de tráfico volvieron a ser muy similares a años anteriores: en 2020 murieron 61 niños, niñas y adolescentes por suicidio.
Hoy en día, ya se sabe que el acoso escolar es uno de los factores que conduce al suicidio en población infanto-juvenil. Es enorme el sufrimiento de niños/as y adolescentes cuando tienen que asistir a clase, en un centro educativo que debería ser un lugar seguro, y en vez de ir contentos por encontrarse con sus compañeros/as sienten terror e inseguridad llegando a desarrollar sintomatología ansioso-depresiva. Las secuelas de la violencia y el acoso escolar se adentran hasta la adultez. Muchas personas con trastornos de personalidad, depresión, ansiedad e incluso psicosis han visto debutar su enfermedad por haber sufrido este tipo de violencia. Son víctimas de un maltrato que se intenta silenciar.
¿Cuántos niños/as y adolescentes más deben de sufrir de tal modo para llegar a tener ideación y/o conducta suicida para movilizar al gobierno y que tome las medidas necesarias?
La asignatura obligatoria de educación para la salud y el bienestar emocional y psicosocial debería estar ya incluida en los currículos escolares de todas las comunidades autónomas como una asignatura troncal más en la que los alumnos desde la Educación Primaria hasta la Secundaria puedan aprender a cuidar su salud mental y ayudar a los compañeros que estén pasando por circunstancias adversas. en lugar de hacerlos blanco de sus burlas, hostigamientos o actitudes de bloqueo.
Más información sobre las causas y consecuencias de la violencia y acoso escolar en PUENTES nº 4