Por Mikel Quetglas, monitor del Taller de Literatura
Activista en Primera Persona Fundación SoyComotu
Erase una vez…
Un Taller… de Literatura; un grupo de personas desconocidas, incluso para sí mismas, como es mi caso; una afición en común: la lectura, la escritura y el encuentro entre personas. Los requisitos, no demasiado exigentes: unas cucharadas de humanidad, unas gotitas de humildad y una pizca de sensibilidad. Personas, al fin y al cabo, de pleno derecho.
Dentro del grupo, la expresión sincera, los gestos amorosos y la empatía como lenguaje surgieron sin esfuerzo, de forma natural: Una sonrisa, un abrazo, una mirada cómplice y, por lo demás, … sobraron las palabras. Después apareció la literatura como anhelo y deseo de conocimiento, la poesía como gesto creativo y la escritura como forma de expresión, pero esto último fue un añadido. ¡Lo esencial estaba plasmándose!
Queridos compañeros, en un suspiro, y como por descuido, hemos cumplido nuestra quinta semana juntos y tengo la sensación de que todo quedó escrito en nuestro primer encuentro. Estas cinco sesiones me han permitido desembalar el regalo que lleva implícito conoceros y traducir el significado de la expresión impresa, a priori, en el envoltorio:
1ª Sesión: “Soy persona…”
2ª Sesión: “Material sensible”
3ª Sesión: “Y frágil”
4ª Sesión: “Aproximarse con cuidado”
5ª Sesión: “Con respeto Y cariño. ”
(Esto último nunca sobra)
Contar con alguno de los participantes del pasado curso hace que el mensaje que intento transmitir sea más legible. Ellos/as representan espejos donde observarme y proyectarme, y su presencia ayuda a consolidar un grupo ilusionante y humano en el cual me siento cómplice, implicado y muy afortunado de ser parte integrante.
Con preguntas, que son gestos llenos de valor y sentido, como … “¿Cómo te encuentras?”, “¿Te acerco a la estación?”, “¿Hacemos un descanso juntos?”, “¿Te ayudo con eso?”, “Entiendo lo que dices”, entre otras formas de acercamiento, vamos descubriendo que no estamos solos. Poco a poco interpretamos y desvelamos la esencia de un lugar donde nuestro “yo” más íntimo se muestra y se expresa en sintonía con los otros, sin miedo a ser rechazado.
Y, al otro lado, tras la puerta de la sala donde nos reunimos, están nuestras vida, la de cada uno; pero ése es un folio, más o menos emborronado, en continuo dinamismo, donde cada uno toma decisiones y escribe su propio discurso.
¡Muchas gracias a todas y todos por formar parte de este gran proyecto!
Y, cómo no, un agradecimiento especial al equipo de personas que, día a día, desde de la Biblioteca Regional de Murcia trabajan por la inclusión social de las personas con diversidad funcional en salud mental.
Besos y abrazos.
un comentario
Mariana
Excelente!