Continuamos con las actividades en el taller de Arte y expresión artística en Mula, desde que comenzamos en junio de 2023. Los últimos trabajos que hemos hecho se centran en el arte conceptual, un movimiento artístico en el que el centro de la obra de arte es la idea y su conceptualización, más que el propio objeto físico que se crea.
Pero, antes de ver algunos de los trabajos realizados y todo el peso conceptual que hay tras ellos, merece la pena leer una reflexión que ha hecho Tomás, uno de los miembros del grupo:
¿Qué es el arte?
Antes de comenzar este taller, percibía el arte como algo que me daba bastante pereza, pero intuía que tenía cierto potencial en mí.
Arte es expresión. El arte es libertad. Arte es sacar lo que hay dentro de mi para que otros puedan verlo y sentirlo.
Con este taller he aprendido diferentes métodos de expresión artística. He aprendido que todos son válidos, que todos tenemos una parte de nosotros dispuesta a salir y tomar forma en el mundo.
Ahora ya no me da pereza y parte de la culpa la tiene Antonio José, el monitor del taller, potenciando mi forma de expresarme, sabiendo mis puntos fuertes y sabiendo darme donde toca, para optimizar mejor esa energía que se pone en cada proyecto, cada semana.
Ana, otra participante del taller, añadía lo siguiente:
El arte nos permite dejar fluir nuestro lado creativo y expresar aquello que pensamos o sentimos con libertad. Nos permite conectar con el otro sin ser juzgado y sin tener que utilizar un material o una técnica específica y que esto nos limite.
Siempre fui una persona que se sintió atraída por el arte, pero a la hora de expresarme o dejar fluir lo que pensaba para exteriorizarlo, me sentía paralizada.
Este taller me está ayudando a no ser tan rígida o perfeccionista, a disfrutar con el proceso. Y el hecho de compartir con los demás nuestras creaciones, enriquece muchísimo más la experiencia. Antes pensaba que el arte debía servir para uno mismo o carecía de sentido, ahora pienso que se debe utilizar también como vehículo para la conexión con el otro y para reivindicar sobre aspectos que son importantes para nosotros.
Exponemos a continuación algunos de los trabajos más recientes de corte conceptual.
Mavi nos contaba que está obra representa la contaminación del plástico en los mares. Estas son las Medusas del siglo XXII:
Medusas manchadas de petróleo, que han evolucionado para adaptarse al entorno. Transformando sus tentáculos en basura, para no llamar la atención y conseguir así, pasar desapercibidas. Hasta el final de los tiempos.
Como vemos, este tipo de expresión artística da rienda suelta a nuestra imaginación y sirve para desafiar las premisas más tradicionales del arte.
Por su parte, Tomás nos describía su obra de la siguiente manera: Sangre y Alma. Difícil de ver por la intromisión de elementos en descomposición. Usados y tirados al pavimento una vez cumplieron su función. ¿Quiénes somos para decidir qué átomos mueren o qué átomos valen más que otros, cuando todos los átomos de un mismo elemento son idénticos entre sí? ¿Hay esencia y alma en esa descomposición? Hay vida en la muerte del átomo ignorado, de aquel que no sufre, no existe porque no es útil. Cuánto de ave fénix existirá pasado el suficiente tiempo, cuánto potencial hay en la combinación futura de estos mismos átomos…
Morhange creó una Oda a la agonía de la pandemia que asoló el mundo a principios del 2020, incluso en 2019. Los chorretones representan los estragos que causó en mucha gente el paso por el COVID-19. El miedo llevó a que se agotaran los rollos de papel higiénico y se quedase el rollo desnudo.
Por último, Ana señalaba que con su pieza nos asomamos a lo que es La sociedad. Según el ángulo desde donde se mire, todo es más homogéneo o menos. Lo dispar, lo singular, puede quedar relegado a un segundo plano, ser visto como basura y apartado. Ocultado tal vez, hasta que lo vemos desde otro ángulo.
Un conjunto de colores y formas, muchas partes que forman un todo integrado. En la imagen de la derecha se aprecia algo más de diversidad. Una diversidad cuadriculada, casi un estereotipo. Una vez más, el reflejo de la sociedad que acepta la diferencia cuando la considera tolerable.
Como veis, en los talleres hay espacio para todo, para expresar de forma artística aquello que llevamos dentro, lo que nos preocupa. En otras ocasiones, aquello que nos divierte, que nos hace conectar con el otro y formar vínculos con los demás de una forma especial y significativa.
Estamos muy agradecidos de contar con personas como los monitores y todas aquellas que están detrás del proyecto de talleres y que realmente velan por conseguir una inclusión real y necesaria de todos en la sociedad.
Porque todos tenemos ese potencial de expresión dentro. Podríamos verlo como una llama que necesita esa chispa para iniciarse y después todo viene rodado. El taller es esa chispa, pero el combustible lo ponemos nosotros.
Somos la palomita encerrada en el maíz. Dale un poco de calor y conseguirá hacer cosas maravillosas.