Por Virginia Dones Luengo
Monitora del Taller de Pintura
Voluntaria de la Fundación SoyComotu
Durante dos horas y media, el espacio, gentilmente cedido por el Cuartel de Artillería, se convierte en un hervidero de color y de gestos.
El monitor del Taller de Teatro llena la sala con una particular atmósfera de movimiento, seguido por la ola de color de los participantes de los talleres de Arte & Teatro, que esa tarde nos hicieron comprender cómo estos momentos pueden hacer girar de manera inusual las vidas de las personas; cómo el compartir una brocha y gesticular por un cuarto, acompañado y respetado por los otros hacen que la vida sea más fácil, más rica, más hermosa.
Reímos con las vocalizaciones de nuestros nombres, relajamos todos los músculos gracias a la estupenda y arrulladora voz de Andrés Muñoz. Compartimos momentos felices de nuestras vidas. Gritamos junto a un improvisado puente, en un fiordo Noruego, representando el Grito de Edvard Munch.
Nos convertimos en Meninas de Velázquez. Disparamos en el Fusilamiento del Tres de mayo, bajo el oscuro cielo de Madrid, dando vida a este cuadro de Goya.
Terminamos, con una sonrisa y un tremendo aplauso.
Gracias a todos.