Por Antonio José Vicente
Monitor del Taller de Radio
Fundación SoyComotu
Esta es la historia de un soñador llamado John Winston Lennon, su segundo nombre le fue puesto por el 1er ministro británico Winston Churchill, ya que John nació en 1940 en plena Segunda Guerra Mundial. Su padre, que era marino, nunca estaba en casa; su madre tuvo problemas para cuidarle, por lo que finalmente se marchó a vivir a casa de su tía “Mimi” que siempre le decía que los estudios era lo más importante que podría hacer con su vida. Sin embargo, Lennon, en secreto, practicaba con la guitarra y escuchaba discos de Elvis Presley.
En el colegio fundó su primer grupo, los Quarrymen, a los que en su tercer concierto se les unió Paul McCartney. Después de unos bolos por Alemania, actuando como Los Beatles, se les unieron George Harrison y Ringo Starr. Fue así, como los cuatro integrantes definitivos del grupo pop más importante de todos los tiempos, comenzaron su histórica y meteórica carrera.
Pero John que destacaba, además de por su talento, por su rebeldía, empezó a tener problemas de adicción; se pasaba gran parte de las giras consumiendo drogas y lo haría hasta después de su separación del grupo. Llegó a tener tal sobrepeso en esa época que, públicamente, afirmaba: “soy un Elvis Gordo”.
La abrumadora fama pasó factura al grupo, los gritos de los fans eran tan fuertes que apenas se oía la música y la calidad de ésta bajó. Es, en este punto de inflexión en su vida, en el que compuso la canción “Help!” que, en verdad, era una llamada de auxilio, necesitaba un cambio en su vida, un cambio que tardaría en llegar.
Tal era su fama y reconocimiento que llegaron a hacer unas declaraciones en las que predecían la decadencia del cristianismo y que en estos momentos ellos eran “más populares que Jesús”. Como se podía prever, estas comunicaciones provocaron muchos problemas a Los Beatles, en especial con asociaciones de ultraconservadores y radicales como el Ku Klux Klan y tuvieron que abandonar las giras centrándose en los discos de estudio.
Fue al final de los sesenta cuando Lennon conoció a Yoko Ono, su segunda esposa y la mujer de su vida. Con esa relación descubrió cómo de machista y abusiva era su actitud hacia las mujeres. Con ella compartió esa rebeldía que llevaba dentro, además de un profundo amor por varias vertientes artísticas, no solo la música sino también la literatura, el cine y el dibujo.
Asistió a Terapia Primal junto a Yoko, para poder liberar el dolor emocional y traumas que sufrió en su niñez y que, según él mismo, eran la fuente de muchos de sus problemas. La prueba de su arrepentimiento por los abusos y comportamiento machista que había tenido desde la adolescencia fue su cambio de nombre, adopto el apellido de Yoko y paso a llamarse John Winston Ono Lennon, a partir de aquí se volvería públicamente y artísticamente un defensor de los derechos de las mujeres. Aunque ello no le llevó a reconocer y registrar a Yoko como autora de la letra de Imagine.
Después de su separación de los Beattles, Lennon se dedicó, sobre todo, al activismo político tanto por su vertiente musical (como la composición musical de “Imagine”) como por sus declaraciones y posiciones adoptadas en los medios de comunicación; también asistía de forma asidua a actos de protesta contra el conflicto de Vietnam, hecho que motivó que fuese espiado y controlado por el FBI y el tener que resistir varios intentos de ser expulsado del país.
Su música cambió, transmitía un mensaje que no gusto a todos, pero todos reconocían su increíble talento, fue autor o co-autor de 25 sencillos en el top 100 de Billboard, nombrado número 8 en los 100 mejores músicos británicos. Fue nombrado el quinto mejor cantante de todos los tiempos por la revista Rolling Stone y forma parte del salón de la Fama del Rock.
“Puedes decir que soy un soñador,
pero no soy el único.
Espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo será uno solo”
un comentario
Nieves Martínez Hidalgo
Me encanta, está muy bien escrito. Un soñador total.