Por Mireya Martínez Fernández, médica especialista en medicina familiar y comunitaria y tutora de residentes de esta especialidad, diagnosticada con Trastorno Bipolar y activista en salud mental en Fundación SOYCOMOTU
A raíz de la polémica de la pregunta del examen MIR del pasado sábado 20 enero 2024, se han despertado en mí sentimientos encontrados, pues por un lado me he convertido casi en una detective de frases o actos estigmatizantes, en parte porque los he vivido en primera persona y en parte también porque he sido estudiante de medicina, estudiante MIR y residente de medicina de familia sin diagnóstico de Trastorno Mental Grave y por ende, he hablado y actuado con estigma hacia la enfermedad mental. Nadie nos libramos de hablar o actuar con Estigma.
Los médicos también tenemos enfermedades: cardíacas, hepáticas, digestivas y por supuesto psiquiátricas, pues no somos superhéroes ni mucho menos. Simplemente humanos.
El estigma ligado a la etiqueta diagnóstica en psiquiatría, depara graves consecuencias para los sujetos, como por ejemplo la exclusión social.
El estigma de los profesionales sanitarios y sus resistencias a la inclusión de las personas con problemas de salud mental son conocidas y están documentadas, pero son poco divulgadas fuera del ámbito profesional.
Los estudios acerca de usuarios de salud mental y de sus familias revelan “la creencia abrumadora” de ser objeto de mayor estigma y discriminación por parte de los profesionales de la salud que de cualquier otro sector de la sociedad. Me gustaría que hubiera datos objetivos sobre esto. Probablemente los haya y yo aún no he dado con ellos.
No dejo de ver esto como una oportunidad para crear una sociedad mejor. No dejo de estar contenta, pues nunca hubiera imaginado hace diez años estar viviendo esta especie de revolución de la salud mental. Esta revolución es reciente y hay mucho por hacer todavía, el estigma es un fenómeno muy complejo del cual no escapamos nadie. Tenemos el reto de mejorar esta ignorancia en el colectivo médico.
Recordemos la Declaración de Oviedo de 2011.
- La persona con enfermedad mental no tiene ninguna responsabilidad sobre la aparición y evolución de la misma.
- Padecer una enfermedad mental no es sinónimo de incompetencia o incapacidad para desarrollar las tareas básicas de la vida.
- Romper los tabúes de la enfermedad y hacer comprender que cada persona es un enfermo diferente puede ayudar a que se les vea de otra forma desde todos los ámbitos de la sociedad.
- La persona con enfermedad mental es obviamente como cualquiera otra pero necesita aún más del cuidado y aceptación del entorno para su mejoría.
- Las capacidades intelectuales de la persona con enfermedad mental no tienen por qué ser menores que las del resto de la población y por tanto pueden tener la misma aptitud para enfrentarse a la formación académica.
- Las habilidades y competencias de la persona con enfermedad mental no tienen por qué ser menores que las de la persona sin enfermedad mental y por tanto pueden tener la misma capacidad para desarrollar una profesión u oficio.
- Algunas personas con enfermedad mental no pueden desarrollar un trabajo normalizado, pero en la mayoría de estos casos sí lo pueden hacer de forma supervisada y adaptada a su nivel de funcionamiento.
- Las autoridades sanitarias pueden y deben redoblar esfuerzos para la integración de las personas con enfermedad mental como ciudadanos de pleno derecho.
- Se deben erradicar los términos ofensivos, imprecisos, inadecuados que generan confusión, alarma y recelo.
- Los medios de comunicación pueden ayudar a la erradicación del estigma asociado a la enfermedad mental.
- Finalmente, deseamos que desaparezca por completo todo tipo de discriminación, consciente o no, con la convicción de que sumado a los avances en los tratamientos y a los cada vez mejores conocimientos profesionales, será un pilar fundamental para la normalización de muchas personas que hoy sufren problemas de salud mental.
Declaración de Oviedo contra el estigma en Salud Mental Oviedo. 8 al 11 de Noviembre de 2011.
4 Comments
Nieves Martínez
Enhorabuena, Mireya por este artículo tan revelador y tan potente. Que una médico de familia con trastorno bipolar de la cara por la salud mental y en la lucha contra el estigma como un verdadero activismo es algo a valorar cuando venimos de la exclusión, el dolor silenciado, el maltrato… Gracias por tus aportaciones y por compartir con nosotros tu saber y tu experiencia de vida. Un abrazo enorme
Mireya Martínez Fernández
No puedo más que sentir agradecimiento a la fundación por el trabajo que hacéis y a profesionales como tú Nieves. Enhorabuena por este proyecto tan necesario y gracias por hacerme sentir que es mi casa.
Yudith
Muy bien explicado compi.
Gracias por tu experiencia y por tanto que nos aportas en el día a día. Por llevar tu saber a todos .Tu compi
Mireya Martínez Fernández
Es por compis como tú qué esto está cambiando. Un abrazo compañera.