Un Lienzo de sueños
“La Muda”
Por voluntario de la Fundación SoyComotu
“… Con los ojos abiertos me planteo: si todo ya está decidido, ¿estarán nuestros actos reflejados en alguna parte?
Entonces me acuerdo de aquellos antiguos cartones para tapices. Primero -recuerdo- se realizaba la pintura al completo sobre el cartón. Después, se tejían los cartones en un tapiz, convirtiéndose así en un conjunto iluminado de vivos colores.
Pensar en la facturación de las primeras hazañas me resulta divertido, agradable o incluso hilarante; el beso robado, esa borrachera tan mala, aquella desastrosa primera vez…
Las veo expuestas en la Torre de Belem. En un salón de cristal, bajo una luz nítida, clara.
Pero noto que faltan otros. Aquellos que reflejan amargura, recuerdos desagradables o simplemente dolor. Miro bien. No están.
¿Qué pasa con esos patrones?
Y entonces una intuición.
Bueno, todos los actos comienzan bien, de un modo agradable, de ahí que existan sus guías. El problema es, que en la vida, algunos de esos actos se malogran con el transcurrir del tiempo. Por eso no se exponen, porque antes de que esto pudiera hacerse se destruyen.
Comienzan cuarteándose. De eso a despellejarse hay un paso. Ese es el comienzo del fin.
Como iguanas que mudan la piel, desprendiéndose poco a poco, pero con el mismo dolor con el que se cae tras las primeras quemaduras del verano. Así se va mudando el lienzo. Hasta que queda destruido.
Como el de la pareja que no funcionó. …”.
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