Por Virginia Dones Luengo
Monitora del Taller de Arte
Voluntaria de la Fundación SoyComotu
Arropados por trémulas luces de linternas y, emulando a nuestros ancestros, convertimos por unas horas el Cuartel de Artillería, en una cálida cueva del Paleolítico Superior. Trascendimos en el papel de traza y pudimos comprobar lo fácil que puede ser dejarse fluir por las emociones.