Por Mikel Quetglas Sánchez
Monitor del Taller de Literatura y Escritura Creativa
Fundación SoyComotu
Anhelar un hogar
como el que leía en aquellos cuentos
y creía vislumbrar en series y filmes
cuando era pequeño.
Me he hecho grande, y viejo,
y mis sueños siguen guardados
en el cajón de la mesilla donde duermo
como si por ellos,
no hubiera pasado el tiempo.
Una familia,
un padre (yo mismo),
una madre y dos hijos;
sueños rotos que abren paso
a un nuevo idilio,
el de resistir,
a pesar del sufrimiento.
Mi hogar es estar contigo, y conmigo
Guardarte en mi interior
acordándome de ti, si me olvido.
Mi casa sois vosotros,
vuestro recuerdo me cubre
y me abriga
cuando tengo miedo y frío
Remarco cada línea de tu cuerpo
y te imagino
libre como el viento;
y cosquilleas en mi interior,
y me recuerdas que siento,
y que estoy vivo, y que muero,
cada día por amor.
Vivir y vivir,
no hay más secreto…
Soy como aquél que quiere y no puede,
que camina alrededor de un hogar
del que partió, sin rumbo,
y del que no consiguió apenas distanciarse.
Pasado y futuro
exprimiendo el instante, este presente
en el que escribo,
bajo la tenue luz de recuerdos,
de canciones y sus letras,
sobre un folio en blanco
en el que me reflejo.