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Por Arturo Gómez
Voluntario de la Fundación. Taller de Ocio Inclusivo

Si hay algo que he aprendido a lo largo de estos últimos años es que muchas cosas que planeamos no siempre salen como estaban previstas. Nuestra reunión del uno de diciembre no fue una excepción.

Habíamos quedado en una tarde fría como el invierno, típica de diciembre, aunque no de Murcia, en la entrada del Recinto Ferial de La Fica, esperando poder ver la exposición de dinosaurios que allí se iba a celebrar durante esas fechas. Incluso vinieron unos nuevos compañeros a los que esperábamos darles una buena impresión del taller.

Pero un repentino giro de acontecimientos nos desvió completamente de nuestro rumbo. Para nuestra sorpresa descubrimos que no había tal exposición en La Fica, porque resulta que… ¡era del año pasado! Tendríais que haber visto nuestras caras de sorpresa y lo estupefactos que nos quedamos cuando nos dieron la noticia.

Cuando salimos del shock, nos dimos cuenta de que ya no contábamos con un plan y no disponíamos de mucho tiempo para improvisar algo. Por suerte para nosotros pensamos en una solución rápida y sencilla: ir al McDonald’s, cosa que siempre funciona, aparentemente.

De hecho, tal vez esta fuera la mejor opción, ya que habíamos planeado que los compañeros nuevos se presentaran y que nosotros hiciéramos lo propio, cosa que pudimos hacer más tranquilamente en el local. Además de disfrutar de la comida rápida del sitio, tuvimos la oportunidad de hablar y hacer algún que otro juego con el que pudimos conocernos un poco mejor.

En resumen, pasamos una agradable tarde de sábado, que, aunque empezó torcida, pudimos buscarle un arreglo, con el cual, las cosas salieron a pedir de boca. Como se suele decir, no hay mal que por bien no venga.